Panamá, martes 30 de agosto de 2011
En la reciente Reunión Mensual de APEDE, gozamos escuchando la vibrante ponencia del Administrador de la ACP, Ing. Alberto Alemán Zubieta, quien nos dibujó el avance del proyecto de ampliación. Dos temas, en particular, avivaron mi curiosidad. Primero, el novedoso video producido por la ACP en el que se expone la historia y ampliación del canal, que se exhibirá en el Centro de Miraflores, sitio de mayor asistencia turística diaria dentro del istmo con más de 2,000 visitantes. Seguidamente, el concepto de la Ruta Verde, que expone el compromiso socio ambiental de la institución para reducir las emisiones de CO2 en el planeta.
En mi intervención anterior, en que anunciaba el XVI Foro de Turismo de APEDE, evento que se celebrará el 9-11 de septiembre próximo, resaltaba que el primordial interés por Panamá existente en otras latitudes donde el homo sapiens mora en cárceles de concreto, es precisamente nuestra exuberancia, verdor e inmensa riqueza ecológica, recientemente puntualizada por el diario The New York Times como “un escarmiento de vida y belleza natural” (an embarrassment of wildlife and natural beauty).
Dos importantes visiones deambularon mi mente: Primero, el número de visitantes de seguro aumentará significativamente luego de la apertura del Museo de Biodiversidad del insigne arquitecto Frank Gehry en la Calzada de Amador donde asimilaremos que la exhibición legítima es, en efecto, el istmo. Segundo, Panamá significa abundancia de peces.
Siendo la Autoridad del Canal de Panamá un espléndido ejemplo de eficiencia administrativa, ¿por qué no aprovechar su dinamismo para multiplicar al máximo el potencial turístico no explotado, a través de la creación de un parque ecológico sin par en el mundo, en sus riberas, incrementando de esta forma los ingresos de la institución y asegurando al mismo tiempo la calidad del servicio y mantenimiento a sus instalaciones?
De esta forma, nuestros futuros visitantes, en todos los nichos: compras, sol y playa, cruceros y home ports, convenciones y otros aspectos, conocerían íntimamente la riqueza de nuestra flora y fauna. Si añadimos como segundo componente, un grandioso acuario, que haga justicia a la inmensa vida marina de nuestro Caribe y Pacífico, como ningún otro en el planeta, de seguro crearemos un refugio natural para visitantes de toda la región, muchos de los cuales están exentos o prefieren no visitar Estados Unidos posterior al 9/11, por lo estricto de sus visados y el indecoroso trato de sus funcionarios de migración.
Resulta esencial recomendar la creación de un Departamento de Turismo dentro de la ACP que se encargue de estos menesteres y proyectos. ¿Cómo no lo habíamos pensado antes? Aunando los recursos de la institución más importante y respetada del país, nos garantiza a sus accionistas, que somos todos, soluciones de la más perfecta calidad con una rentabilidad que nos permita expandir sus capacidades ofreciendo un verdadero paraiso ecológico a propios y extraños.
De esta forma, durante el Primer Congreso de Ingeniería e Infraestructura, auspiciado por la Autoridad del Canal de Panamá con la presencia de la crema y nata de la ingeniería mundial (a celebrarse en Ciudad de Panamá del 18 al 20 de abril de 2012), se podría complementar el anuncio de los adelantos de la ampliación, el Museo de Biodiversidad, el Metro y la Cinta Costera, con el progreso en el parque ecológico y acuario de mayor preponderancia en el siglo XXI. Esa sería manifiestamente la mejor forma de incrementar el potencial turístico del canal y del istmo brindandole un espaldarazo a nuestra marca país.
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